Este diseñador y el ODHE se han unido para conmemorar el 75 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos con una ilustración.
La ilustración muestra verdaderamente cómo es la persona». Con estas palabras, el diseñador Kico F. Uribe (Sion, 1973) describe la magia de su trabajo. Con su lápiz y su ingenio, él ha sido el encargado de recrear el momento de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en una ilustración que se presenta hoy, 12 de diciembre, en el acto conmemorativo organizado por el Observatorio de los Derechos Humanos de España (ODHE) y la International Police Association (IPA) España en la sala de actos del Instituto de Formación Integral en Seguridad y Emergencias (IFISE).
En un póster que recuerda a los pliegos de novelistas gráficos, pero desafiando las viñetas del tebeo clásico, Uribe ha retratado con su estilo propio a las personas y los hitos clave de esos 8 años de gestación del documento marco de los derechos fundamentales, comunes a todas las personas, que salvaguardan la dignidad y la vida.
Además, también ha dibujado a otros personajes que han hecho perdurar el espíritu de la Carta, como Nelson Mandela, Santa Teresa de Calcuta o Martin Luther King Jr. Asimismo, ha reservado un hueco para los españoles Vicente Ferrer, Ortega y Gasset, Salvador de Madariaga, Clara Campoamor o Pau Casals. El proceso de tres meses para poner cara a estos ilustres fue muy enriquecedor, recuerda Uribe.
«La ilustración muestra cómo es la persona, por eso lo disfruto mucho; disfruto dibujando la grandeza y los acontecimientos que han cambiado el mundo», declara Uribe. El ilustrador se reunió con ENCLAVE ODS en el carismático Casino Gran Vía de Madrid para compartir su homenaje a los que allanaron el camino para la universalización de los derechos humanos.
Cuando se arrojó inicialmente la idea de conmemorar el 75 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos a través de la ilustración, tanto él como Mario Rigau, presidente del Observatorio de Derechos Humanos de España (ODHE), pensaron que, en lugar de hacer un cómic, la manera mejor manera de recrearlo era a través de un póster. «No íbamos a hacer una ilustración que explicara los artículos uno por uno, sino que nos decantamos por una composición que explicara el momento», recuerda Uribe.
«Investigamos quiénes fueron los personajes más influyentes, nos documentamos y buscamos los referentes visuales para hacer los retratos», recuerda Uribe. Estos dos apasionados de la historia se dieron cuenta de un detalle que a menudo pasa desapercibido cuando se cuenta la historia de la creación del documento: el importante papel que desempeñaron las mujeres. «Llegamos a ese momento ‘¡Eureka!’, cuando indagamos en las mujeres que dieron forma a la Carta».
La mujer, en el centro de la Carta
La primera dama de EEUU, Eleanor Roosevelt, ha pasado a la historia como la artífice del texto de la Declaración Universal de los DDHH. La delegada estadounidense y primera presidenta del Comité de los Derechos Humanos de la ONU se convirtió, en palabras de Harry Truman, en «la primera dama del mundo» tras la aprobación de documento.
Habida cuenta de esto, Uribe coloca a esta mujer en el centro de la composición. «Fue como poner a la mujer en su sitio», describe Uribe. «Veníamos de la II Guerra Mundial, las mujeres estaban para pintarse los labios y para animar a sus maridos a luchar: eran ellos los que decidían en política», señala. No obstante, Roosevelt rompió con todo esto: «Si quien capitaneó la Declaración de los DDHH no hubiera sido mujer, y si no hubiera sido Eleanor, no hubiéramos llegado a ningún sitio y no se habría gestado el texto».
«Ella tenía un rostro sonriente», explica Uribe. Y confiesa que cuando la miraba, su sonrisa le transmitía dulzura y amabilidad, «un rasgo a pesar de la pena que sufría por el fallecimiento reciente de su esposo» mantenía. «Siempre he querido dibujar, retratar a aquellas personas que me han inspirado y Eleanor es una de ellas», señala Uribe.
Al su lado, en el lienzo, la acompaña la política y activista feminista india Hansa Jivraj Mehta, otra de las personalidades que han reivindicado a las mujeres en el proceso constituyente de la Declaración. De hecho, a ella se atribuye, tal y como se refleja en la ilustración, el mérito de cambiar la frase «Todos los hombres nacen libres e iguales» a «Todos los seres humanos nacen libres e iguales» en el artículo primero de la Declaración.
Globalizar los derechos humanos
En la Declaración se consiguieron condensar los valores de buena parte de las culturas del mundo en un texto. Uribe reconoce las figuras de Roosevelt y Peng-chun Chang, doctor y vicepresidente de la Comisión de Derechos Humanos. Este filósofo chino se esforzó para conseguir un texto que fuera más allá de la realidad de Occidente.
«Supo inculcar muy bien ese pensamiento oriental para unificar las distintas perspectivas éticas y dogmáticas sobre los derechos reconocidos; porque al fin y al cabo, había que garantizar que el gran desastre que nunca habíamos tenido con la II Guerra Mundial no volviera a pasar», explica Uribe.
La resonancia de los derechos formulados inicialmente con la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789 se ajustaron a la realidad contemporánea: se superó la visión etnocéntrica y se incluyó también a las mujeres, excluidas tradicionalmente de las decisiones políticas. «En aquel entonces se consiguió globalizar el derecho a existir: todos somos iguales, son derechos humanos y no del hombre», concluye Uribe.
«¿Cómo se puede coger el testigo de los artífices de la Declaración Universal de los DDHH?» Ante esta pregunta, Uribe es tajante: «Para mantener el espíritu de la Declaración, cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de impregnar los DDHH en su respectivo oficio; yo lo hago con mis ilustraciones, de la misma forma que lo hace el periodista con sus reportajes o el fotógrafo con sus fotografías».
«Hay que recordar que tenemos que recuperar ese espíritu, pero de una manera cada uno que aporte lo suyo. Dejar de limosnas para ofrecer salarios dignos, es un ejemplo. Solo así se puede convencer de que hay que ayudar, no solo por intereses políticos, sino por un interés humanitario. Es la única manera», concluye Uribe
La historia ilustrada
Uribe cuenta que ha podido disfrutar como un niño haciendo lo que le gusta: dibujar. Después de haber erigido su propia agencia de comunicación Evolutt Studio y habiendo impulsado recientemente el proyecto editorial HistoryToons, este diseñador autodidacta ha decidido volver a zambullirse en la ilustración, un arte que, de origen, estaba muy ligado a la historiografía. «Hasta que se inventó la fotografía, cualquier momento histórico se hacía un cuadro», destaca.
Y pone como ejemplo la columna de Trajano o las pinturas que inmortalizan las guerras napoleónicas. «Es un formato que se utilizaba entonces, porque la imprenta y la fotografía no se había inventado todavía; es un recurso que se ha utilizado durante la historia», explica. Y por esa razón, Uribe reivindica su recuperación, convertirlo en un elemento más «para transmitir la historia».
«El dibujo permite lo que no consiente la fotografía», defiende Uribe. «Es más fácil comunicar; da más juego porque permite comunicar exagerando algo dentro del campo, como puede ser un personaje», añade. Y concluye: «Eres más libre». Esa misma libertad se puede constatar en las novelas gráficas de autores como Joe Saco o Paco Roca, por quienes Uribe guarda una gran admiración.
En plano más artístico, su referente artístico moderno es Pablo Picasso; y, su coetáneo Kim Jung-gi ha sido el ejemplo a la hora de idear las composiciones. Esto se puede apreciar en sus trabajos más recientes, que denotan una manera particular de utilizar perspectivas sin líneas de guía. «Todos ellos han demostrado que el periodista gráfico puede aportar mucho», comenta.
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